Las Fuentes


La fuente u origen de la información aparecerán siempre identificados dentro del texto que se redacte. Si por razones excepcionales ello no fuera posible, el periodista tendrá tres opciones:

1. Omitir la información

2. Encontrar quién la corrobore sin temor a que su nombre sea citado

3. Emplear, de acuerdo con el editor, otras formulas que se aproximen al máximo a establecer el origen (y validez) de los datos, tales como “fuente sindical”, “eclesiástica”, “policía” o “diplomática”. El periodista debe procurar utilizar la palabra funcionario cuando se trata efectivamente de un empleado público, siempre que ello no descubra la fuente que ha solicitado no ser identificada.

La importancia de citar la fuente en la forma más clara posible, es doble: el periodista deja establecido con certeza de quién obtuvo la información, y el lector recibe un elemento de juicio de vital importancia que le permitirá deducir la credibilidad del dato.

La jerarquización de las fuentes de información es fundamental en toda actividad periodística. Un profesional con experiencia, criterio sano y buen sentido está en capacidad de determinar el grado de confiabilidad de una fuente y, en concordancia, les dará un valor justo a los datos que reciba de aquella.

Mauricio Correa, Docente Funlam

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