5ª La socialización como interacción social.

¿Se puede sostener que el interaccionismo simbólico es la mejor explicación de las propuestas sobre la socialización? A pesar de sus orígenes filosóficos y psicológicos, G. H. Mead propuso la teoría más sociológica con resonancia biosocial, inseparable de sus conceptos de MInd y Self que son el resultado de la convivencia humana y se exteriorizan en el “gesto vocal”. Si el Self se explica por la transformación del organismo biológico, el Mind sólo es comprensible a través de la educación. El interaccionismo simbólico, término acuñado por H. Blumer en 1937, ha dado lugar a dos ramas: la capitaneada por G. H. Mead, de inspiración pragmatista, y la concebida por Berger y Luckman.

El interaccionismo simbólico ha sido utilizado para concebir la socialización en países americanos y en países europeos. La interacción social es inseparable de los símbolos, que se originan y reciben su significación en la interacción. Una acción en común sólo es concebible a través de los símbolos significantes unívocos para quienes los emiten y para quienes los perciben. El lenguaje es el mejor sistema de símbolos significantes; sólo participando en un sistema simbólico y situándonos en el lugar del otro, cuyo rol se nos hace así manifiesto, podemos entender nuestro propio obrar.

La explicación del interaccionismo simbólico no es normativa, sino interpretativa.

P. L. Berger y Th. Luckmann entienden la socialización como una interiorización de la realidad socialmente construida, la cual es, ante todo, un proceso de conocimiento. A la teoría interaccionista se sumó en la mente de estos dos autores la aceptación de supuestos antropológicos marxistas, principalmente del Marx joven o primero, y de otros antropólogos: H. PIessner y A. Geblen. Incluso hay reminiscencias de É. Durkheim y de M. Weber. Su concepto de la socialización es una amalgama de psicología social, antropología y filosofía. El hombre, como ha dicho Portmann, nace inacabado e inmaduro, encontrando su seguridad en el medio sociocultural, que es, a su vez, creación, humana. De aquí deriva la «dialéctica entre la naturaleza y la sociedad». Es en esta dialéctica donde el hombre se autocrea, pero al autocrearse construye simultáneamente la realidad, que es polifacética. La realidad no estaría completa sin el «mundo social», producto humano y objetivo en frente de el. La socialización tiene lugar, pues, cuando el hombre interioriza la realidad. «Ser en la sociedad» significa participar en el proceso dialéctico llamado sociedad, y en esta participación distinguirnos la exteriorización, la interiorización y la obje¬tivación, tal y como lo expone un especialista alemán al clarificar el pensamiento de Berger y Luckmann.

http://www.scribd.com/doc/6636589/Concepto-de-Self-en-La-Gestal

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